Actualmente son muchas personas las que padecen dolor crónico o persistente. Aquí os dejamos unas recomendaciones y mejoras en los hábitos del día a día que, aunque parezcan obvios, tienen un papel importante en la integración y percepción del dolor.

Cuida tu Alimentación

Somos lo que comemos. Hoy en día llevamos una alimentación alta en azúcares, aceites y harinas refinadas y alimentos precocinados, los cuales aumentan la inflamación de los tejidos y perpetuar el dolor. Te recomendamos aumentar los alimentos ricos en Omega 3 (pescados azules, frutos secos) así como el consumo de AOVE, frutas y verduras, beber al menos 2 litros de agua; y la reducción de los anteriores de manera progresiva hasta que sean de consumo ocasional. *Esto son recomendaciones generales, si quieres algo más específico acude a un profesional sanitario específico.

Haz ejercicio físico

La mayoría de los trabajos implican estar sentados enfrente de un ordenador mínimo 8 horas, y si le sumamos el cansancio mental y resto de quehaceres, pensamos que no nos queda tiempo para hacer deporte. El ejercicio va a ayudarte a regular ciertas hormonas y que tengas mejor estado de ánimo y una reducción significativa de dolor. Empieza por intentar realizar los tan mencionados 10.000 pasos diarios, incorpora rutinas de ejercicio en casa de 15-20 minutos, y busca algún deporte que te guste y puedas realizar para empezar a introducirlo en tu rutina.

Descansa

España es uno de los países de Europa que más tarde se van a acostar. El sueño y descanso son importantes en la recuperación y reducción a la hora de enfrentarnos a un dolor. Intenta respetar los ritmos circadianos, acostarte más temprano (22:30-23:00), dormir al menos 7 horas, que la cena no sea copiosa, dejar espacio entre la cena y meterte en la cama, y realizar actividades que induzcan al sueño.

Sal al aire libre y toma el Sol

Realizar actividades al aire libre y que nos dé el sol ayuda a fortalecer nuestro sistema inmune, liberación de hormonas para mejorar el sueño y reducir el estrés, y activar la absorción de vitamina D. *Es importante recordar el uso de protección solar si la exposición al sol es muy directa o prolongada en exceso.